Armonicos y Espurias el daño al espectro radio electrico
Escrito por Ángel Vilafont (Revista Radio-Noticias Enero-2009)
Las señales periódicas que se utilizan en las transmisiones, tanto en
bajas como en altas frecuencias, son pocas veces completamente sinu-
soidales. De hecho son una mezcla de señales sinusoidales en las que
las respectivas frecuencias son múltiplos de la frecuencia fundamental
(o primer armónico), la más baja de todas. Estas frecuencias múltiplos
de la fundamental reciben el nombre de armónicos.
Si tenemos una frecuencia de 1.000 Hz, sus armónicos serán 2.000
Hz, 3.000 Hz, 4.000 Hz y así sucesivamente; es decir, todos ellos son
el resultado de multiplicar la frecuencia fundamental por un número
entero.
Uno de los modos de multiplicar la frecuencia de una señal es hacerla
pasar por una etapa no lineal, un amplificador, pero si una señal de HF
tiene muchos armónicos posiblemente causará interferencias, por lo
que es necesario colocar un filtro pasabajas, cuya frecuencia de corte
se elegirá entre la fundamental y el segundo armónico. Hay que tener
en cuenta que los armónicos son exclusivos de los transmisores y de los
amplificadores, pero no son propios de las antenas; éstas únicamente
irradian las señales que llegan hasta ellas, incluidos por lo tanto los
armónicos. Cuando se producen armónicos en una antena es por una
mala conexión, pero no porque la antena los genere.
Algunas clases de antenas son más proclives a irradiar con mayor
facilidad los armónicos, este es el caso, por ejemplo, de las antenas
Windom, que en este sentido no son precisamente las mejores antenas
multibanda en HF.
El origen de las espurias es variado, pueden proceder de autooscila-
ciones, de oscilaciones parásitas u otras inestabilidades de los circuitos,
de deformaciones de las señales en los circuitos alineales, o de la sobre-
modulación, en el caso de la Aft, y la sobrecarga, en el caso de la banda
lateral. Atención pues a cómo se utilizan las ganancias de micrófono y
los compresores de voz en los transmisores HF, y mucho más si entre
la antena y el transceptor hemos puesto un amplificador.
Los amplificadores son peligrosos productores de espurias ya que
sólo son lineales en la teoría, porque en la práctica son instrumentos
alineales que producen grandes distorsiones y como consecuencia de
ello se generan armónicos e intermodulaciones que interfieren en los
canales adyacentes. Todos nosotros haz oído (y seguro que utilizado)
el término splatter (lo que los cebeistas llaman «barbas») en alusión a
la interferencia proveniente de una frecuencia muy próxima y que
ni siquiera un equipo de última generación es capaz de suprimir en
ocasiones. Hay operadores que emplean enormes potencias (de más
de 1 kilovatio), cuya consecuencia es la producción de un rosario de
espurias que literalmente barren un excesivo ancho de banda. Esto siem-
pre es molesto, pero mucho más cuando la banda está congestionada,
algo que ocurre en 40 metros los fines de semana, por lo que siempre
desaconsejamos el uso de amplificadores cuando la potencia normal
del transmisor que se utilice sea suficiente para que los demás corres-
ponsales nos escuchen con suficiente comodidad, y por comodidad no
hay que entender el querer llegar con 9+ y pretender ser el «mejor»
de la rueda.
Hay que mostrarse inflexible con quienes usan potencias elevadas ya
que no pueden olvidar que la actividad del radioaficionado es solamente
de ocio y experimentación, nunca de tipo profesional o semiprofesional,
y por lo tanto queda fuera del objetivo de un operador ganar cobertura a
toda costa como si de una emisora de radio se tratase. Una potencia alta
se justifica en la consecución de un DX que pueda ser muy especial para
el operador, pero una vez logrado deberá ser desconectado el amplifica-
dor. En ningún caso se pueden utilizar para mantener conversaciones
triviales que se puedan mantener con 100 vatios o incluso con menos.
El abuso de la potencia es solamente una muestra de falta de respeto
hacia los demás usuarios del espectro, y entre dichos usuarios no sólo
hay compañeros radioaficionados.
Por otra parte, hay que prestar atención a la calidad de la señal que
transmitimos y no culpar automáticamente a los demás de que nos
reciben mal. Cualquiera puede sufrir un problema o un despiste en el
manejo del equipo, y en esos casos, sea nuestro o ajeno el error, se deberá
actuar con tranquilidad y comprensión, pidiendo ayuda a los demás si
es necesario para que nos faciliten controles que nos lleven a poner fin
a la dificultad.
en Resumen
▶Muchas veces los armónicos se consideran
espurias debido a que son señales
indeseadas, pero no siempre un armónico es
una espuria.
▶ Hay operadores que emplean enormes
potencias (de más de 1 kilovatio), cuya
consecuencia es la producción de un rosario de
espurias que literalmente barren un excesivo
ancho de banda.